La Costa Brava es uno de esos lugares que parece sacado de un sueño, con su mezcla perfecta de aguas cristalinas, naturaleza y playas escondidas. En This Is Med te llevaremos de paseo por algunas de las mejores calas de la Costa Brava, esos rincones paradisíacos que te harán enamorarte del Mediterráneo.

Cala Aiguablava: un paraíso de aguas turquesas

Una de las calas más famosas y fotogénicas de la Costa Brava es Cala Aiguablava, ubicada en el municipio de Begur. Su nombre lo dice todo: «agua azul». Y es que las tonalidades de sus aguas son simplemente impresionantes. Esta pequeña cala está rodeada de vegetación frondosa y cuenta con una playa de arena fina, ideal para tumbarse bajo el sol o disfrutar de un buen libro. A pesar de su popularidad, Aiguablava sigue manteniendo su encanto. El acceso es sencillo, y aunque en temporada alta puede estar concurrida, fuera de los meses de julio y agosto es un lugar tranquilo donde relajarse. Además, hay varios restaurantes cerca, perfectos para disfrutar de la gastronomía local después de un buen chapuzón.

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Cala Montjoi: una cala con historia gastronómica

Si hablamos de calas en la Costa Brava, es imposible no mencionar Cala Montjoi, famosa por su belleza natural y por haber sido el hogar del mítico restaurante El Bulli, de Ferran Adrià. Aunque el restaurante ya no está operativo, Cala Montjoi sigue siendo un destino imperdible para los amantes de la naturaleza. Situada en el Parque Natural del Cap de Creus, esta cala es perfecta para quienes buscan algo más aislado. Sus aguas, de un azul profundo, son ideales para practicar deportes acuáticos como el kayak o el buceo. Además, al estar rodeada de montañas, la cala ofrece una sensación de intimidad y tranquilidad difícil de encontrar en otros puntos de la costa.

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Cala Pola: un rincón escondido en Tossa de Mar

Tossa de Mar es conocida por su castillo medieval y su ambiente de pueblo costero, pero también es el hogar de algunas de las calas más pintorescas de la Costa Brava. Cala Pola, a pocos kilómetros del centro de Tossa, es una pequeña bahía rodeada de pinos que se asoman al mar, creando una estampa espectacular. El acceso a Cala Pola requiere un pequeño paseo, lo que hace que no sea tan concurrida como otras calas más accesibles, aunque es más fácil acceder por el mar, como por ejemplo alquilar un velero en barcelona. Esto la convierte en un destino perfecto para quienes buscan un poco de paz. Sus aguas son increíblemente claras, ideales para nadar y disfrutar de un día en plena naturaleza.

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Cala Canyers: un rincón virgen en Palamós

Cala Canyers es uno de esos lugares que te hacen sentir como si estuvieras descubriendo un secreto bien guardado. Ubicada en Palamós, esta cala es de difícil acceso, lo que garantiza una experiencia mucho más tranquila. Rodeada de pinos y rocas, Cala Canyers es ideal para quienes prefieren las playas más salvajes y vírgenes. Sus aguas cristalinas son perfectas para practicar snorkel, ya que albergan una rica vida marina. Además, la cala es pequeña y acogedora, lo que le da un aire casi privado. Si te gusta el senderismo, puedes acceder a Cala Canyers a través de una ruta por el Camino de Ronda, disfrutando de unas vistas espectaculares en el camino.

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Consejos para disfrutar al máximo de las calas de la Costa Brava

Para disfrutar de las calas de la Costa Brava, es importante tener en cuenta algunos consejos. Muchas de estas calas, al estar escondidas entre la naturaleza, pueden requerir caminatas cortas para llegar a ellas, así que lleva calzado cómodo y una mochila con lo esencial. El agua y algo de comida siempre son una buena idea, ya que no todas las calas cuentan con servicios cercanos. También es recomendable madrugar si quieres encontrar un buen sitio para disfrutar del sol sin aglomeraciones. Además, el snorkeling es una actividad muy recomendable en estas aguas cristalinas, así que, si puedes, lleva tu equipo. La Costa Brava esconde algunas de las mejores calas del Mediterráneo, con paisajes que te dejarán sin palabras y aguas en las que querrás zambullirte una y otra vez. Desde la fotogénica Cala Aiguablava hasta el tranquilo refugio de Cala Canyers, hay una cala para cada tipo de viajero. Explorar estas pequeñas joyas es la manera perfecta de descubrir el verdadero espíritu de la Costa Brava, donde el mar y la naturaleza se unen para crear momentos inolvidables.